VIDES EN CIERNE

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Miércoles, 12/3/2025

Serie AROMAS DEL CANTAR 🪻🧴

EP#3 VIDES EN CIERNE

📖 Lectura: Cantares 2:10-13 y 2:15.
Qué lindo es el final del invierno. Quizás sos de los que disfruta mucho del frío. Pero yo no me refiero a ese invierno. Sino al del corazón.  A ese frío que invade los huesos cuando la prueba golpea de lleno nuestra rutina y nos vemos paralizados ante tal acontecimiento. Qué lindo es el final del invierno. Cuando por fin parece que el calor de las bendiciones derrite el helado estado de nuestras almas. Cuando por fin termina el invierno, la primavera se asoma. Se siente el aroma de diversas flores y muchas de ellas darán paso a excelentes frutos que tanto disfrutamos. La flor de la viña aparece cerca de abril- mayo en Israel y expide una aroma dulce y delicada. Ver las flores, después del crudo invierno nos llena de la esperanza del fruto. Hoy, mientras caminamos por las especiadas páginas del Cantar de los Cantares, nos detenemos en las viñas. El amado le dice que es hora de disfrutar del aroma que ilusiona con el fruto. Y yo quiero caminar por los viñedos junto al Señor y escuchar las mismas palabras: “Bueno, se terminó esa prueba invernal, ahora miremos los frutos” 

Caminamos juntos por la ladera de la montaña donde fueron sembradas las vides. El clima se está volviendo cálido y ya se disfruta de días un poquito más largos que los del oscuro invierno. El Señor toma una planta con sus manos y mirándome con la mayor ternura me comenta “Yo soy la vid, vos sos el pámpano”. Me conmueven sus palabras. Mientras siento el aroma de las flores, entiendo que, si quiero tener fruto, TENGO QUE PERMANECER EN ÉL. Nunca se ha visto un pámpano que de fruto solo, sin estar firmemente arraigado. Pienso para mis adentros, con cuanta facilidad me alejo de él, me avergüenzo mientras él está ahí en su infinita paciencia y misericordia.  Todavía estamos hablando cuando de repente, vemos a escasos metros una pequeña zorra caminando sigilosamente. A mí, hasta me da un poco de ternura su pequeño rostro. Pero el Señor me dice con firmeza en la voz: “No te dejes engañar, hay que cazarla”. El ruido de nuestra charla la espanta y sale corriendo. Él me explica: “Las zorras grandes se roban el fruto, pero las pequeñas no llegan a tomarlo. Así que lastiman toda la planta tratando de trepar para lograr el objetivo. Quizás piensas que por ser pequeña es inofensiva, pero puede lastimar tremendamente la planta y no dejarle dar fruto nunca más”. Recién ahí caí en la cuenta de lo que me quería decir: el enemigo sabe que es más difícil hacernos caer en “grandes” pecados.  Pero es sencillo, tentarnos con los pequeños. Con esos que parecen inofensivos. Con los que tienen cara de que no nos harán nada. 

¿Estás permitiendo las pequeñas zorras en tu vida? Demasiado tiempo en las redes sociales, mirando contenido que no deberías o comparándote con un mundo irreal. Quizás la pequeña zorra de la envidia, de las mentiras piadosas, de la avaricia, del descontento. Tal vez es la pequeña zorra de la calumnia, del chisme, o de la pasividad. ¿Acaso te permites un mal uso de los bienes y los dones que él te encargó hasta su regreso?  ¡Cuántos hermanos prometían excelentes frutos y se vieron destruidos por no cazar las pequeñas zorras! ¿Puedes verlas? Se esconden a simple vista y parecen inofensivas. Que en tu charla hoy con el Señor puedas detectarlas y cazarlas. Confesemos el pecado y apartémonos de él. Las vides fragantes están en cierne y desprenden su aroma. Sigamos aferrados a la vid esperando el fruto glorioso que quiera darnos. Sigamos atentos a los pequeños pecados que quieren arruinar nuestra cosecha y mientras tanto, disfrutemos del aroma perfecto de su persona.    

📲 FRASE DEL DIA: Sigamos atentos a los pequeños pecados que quieren arruinar nuestra cosecha y mientras tanto, disfrutemos del aroma perfecto de su persona.

🖋️ Rocio Delgado