🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Jueves, 20/2/2025
Serie: 🚪 LAS PUERTAS DE LA ENVIDIA 🔑
EP#4: Cáncer y Cárcel
📖 Lectura: Proverbios 14:30 y Hechos 8:20-24
Todavía recuerdo el día que me diagnosticaron con cáncer. Leí el enorme papel que tenía un par de palabras y mi corazón se detuvo por completo. La palabra cáncer te llena de miedo, te paraliza. El doctor intentó explicarme amablemente: “Son células malas que crecen sin control y no mueren como el resto. Si no lo tratamos se puede expandir con rapidez hacia otras áreas de tu cuerpo” Ahora entiendo mejor, porque algunas versiones dicen que la envidia es como un cáncer en los huesos.
Qué triste encontrar este diagnóstico cuando analizamos nuestro corazón. La envidia crece a pasos agigantados, se reproduce y contamina. Si no aplicamos el tratamiento puede afectar el resto del cuerpo. ¿Soy consciente del daño que le hago a la iglesia, al cuerpo de Cristo cuando no corto de raíz con este pecado? El tratamiento puede ser una cirugía (o varias), quimioterapia o radioterapia.
Es hora de apuntar al problema y acudir al médico bendito. En Éxodo 15:26 leemos: “Yo soy el Señor que te sana” El proceso puede doler. El Señor tiene que cortar cosas que amamos, pecados que acariciamos, anhelos que ocultamos. La cura puede producir incomodidad pero qué maravilla es pensar que esa incomodidad nos acerca a parecernos más a Cristo: la meta suprema de nuestra vida.
En el segundo pasaje que teníamos para leer hoy, nos encontramos con la historia de Simón el hechicero. Por mucho tiempo, él había maravillado a la gente con su magia. Todos se referían a él como “el grande, el Poder de Dios”. Por mucho tiempo había disfrutado de la fama y del renombre, de que hablen de él y lo alaguen. Hasta que escuchó el mensaje, creyó y fue bautizado. Cuando vio el poder que tenían los apóstoles, quiso comprarlo. Por las palabras de Pedro entendemos que quería el poder para seguir siendo alguien importante. Se llenó de envidia cuando apareció alguien más famoso o valioso que él.
Pedro le dice estas duras palabras: “Veo que estas lleno de una profunda envidia y que el pecado te tiene preso” que tremendo es hermanos, escuchar estas palabras y entender que estamos atrapados en este pecado. Saber que podríamos movernos y salir y hacer pero mirar nuestros pies y encontrar un grillete que no nos deja avanzar a la meta. Palpar con nuestras manos paredes angostas que oprimen nuestro corazón con fuerza indescriptible. Esta cárcel nos aísla del resto. Nos retiene. Ver con envidia la prosperidad de otros pone un muro a nuestra visión espiritual. No nos deja ver las muchas bendiciones que sí tenemos en nuestra mano ni el plan divino que el Señor preparó para mi y solo para mi.
La envidia es un cáncer que invade el cuerpo y es una cárcel que encierra el alma. Es hora de detenernos a considerar el panorama completo: ¡entender que nuestra vida es suya! Darnos cuenta de que la meta es que crezca SU gloria y no la nuestra. Es comprender que no hay bandos ni equipos sino que todos somos de él. Es llegar a la conclusión de que lo él me dio a mi forma parte de un plan eterno en el que él va trabajando con mi mente, mi corazón y todo mi ser ¡para llegar a formar a Cristo en mi! ¡Y lo mismo es para los demás!
Hoy ruego a Señor que la envidia no crezca en tus huesos, ni encarcele tu espíritu. Pero si hoy te encuentras así, el Señor quiere que sepas que ¡en él tenemos el poder para vencer! Acércate con un corazón contrito y humillado. Que el quiere liberarte de las garras del pecado. El quiere sanar tu corazón dolido y angustiado. Él quiere mostrarte el propósito eterno por e que fuiste creado. Deja de mirar a los costados hermano y míralo a él. ¿Quieres compararte con alguien? Compárate con el Señor y soñá seguir sus pasos. Amén.
📲 FRASE DEL DIA: ¿Quieres compararte con alguien? Compárate con el Señor y soñá seguir sus pasos. Amén.
🖋️ Rocio Delgado