Una lanza dañina

🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO

🗓️ Miércoles, 19/2/2025

Serie: 🚪 LAS PUERTAS DE LA ENVIDIA 🔑

EP#3 Una lanza dañina

📖 Lectura: 1 Samuel 18:6-11

¡Qué cosa terrible es la envidia! Comienza como un fuego pequeño que crece a pasos agigantados y termina devorando cualquier vestigio de buenos sentimientos hacia quien envidiamos. En la Palabra, nos encontramos con la historia de Saúl, el primer rey que tuvo el pueblo de Israel. Este era un rey soñado: lo tenía todo. Era el más atractivo de Israel, el más alto y ahora que era rey también era el más popular. Pero su historia da un giro inesperado cuando empieza a apartarse de Dios y su Presencia se aparta de él. Es que, verás, nada en este mundo puede llenarnos si estamos vacíos de ÉL. Así que, cuando aparece David, el corazón de Saúl se ve aplastado por la competencia que se genera entre ellos. 

La envidia no se trata de lo que nos falta sino de cómo se nubla nuestra visión cuando vemos lo que otros tienen o pueden llegar a tener. ¿Qué tienes en la mano? ¿Lo estás usando para el bien? 

En aquella época el pueblo de Israel carecía de herreros porque los filisteos no permitían que ellos forjaran sus armas. Así que los únicos dos que tenían lanza en todo el país, eran Saúl y su hijo, Jonatán (1 Samuel 13:21) Tristemente, el arma que debía ser usado para defender a su propio pueblo se volvió como una extensión de maldad en la mano de Saúl. Cada vez que lo encontremos a partir de ahora, tendrá su lanza en la mano, pero no para defender a los suyos, sino para lastimarlos. 

David tocaba el arpa como lo hacía cada día delante del rey” PERO Saúl tenía una lanza en la mano y de repente se la arrojó a David, tratando de clavarlo en la pared, pero David lo esquivó dos veces.” David articulaba cada nota con precisión y claridad. Su espíritu se conmovía dentro suyo, porque no se quedaba la gloria para él, sino que se la entregaba al Señor. A escasos pasos, una nube oscura consumía el corazón del rey. Con cada nota que sonaba apretaba más y más fuerte la lanza con su mano. De pronto, intentó matarlo. ¡Qué cosa terrible es la envidia! Nos lleva a la destrucción total. Querido hermano, ¿Acaso hay alguien que está haciendo música a tu alrededor? ¿Puedes disfrutar de la armonía del cielo? ¿O sientes tristeza porque sientes que su música suena mejor que la tuya?

DEJA TU LANZA EN EL SUELO HERMANO. Inclínate delante del creador. Clama por misericordia y no dejes que la envidia te consuma. 
DEJA TU LANZA EN EL SUELO HERMANO. Cualquier ataque de palabras, chismes o comentarios mal intencionados que hayas planeado, déjalo caer al suelo.
DEJA TU LANZA EN EL SUELO HERMANO. Sólo así, con las manos libres podrás recibir lo que viene del Señor. 

 Cierto día Jonatán discute con su padre Saúl. Tratando de entender porque Saúl odiaba tanto a David, le hace preguntas. ¿Cómo le responde Saúl? Lo insulta, lo maldice y le arroja su lanza con la intención de matarlo. (1 Samuel 21:33) Es que ese es el problema con las lanzas que no soltamos. Se pegan en la mano y ya no distinguimos a quién lastimamos. ¿Cómo es posible que haya querido matar a su hijo? Cuando la crítica y la destrucción son parte de nuestro vocabulario, nadie queda exento, ni siquiera los que amamos. Nuestros hijos, cónyuges, padres, hermanos todos sufren nuestra envidia. ¡Este fuego incontrolable quiere quemar toda tu casa y dejar sólo los escombros!  

 En el capítulo 22, encontramos a Saúl debajo de un tamarisco, con su lanza en mano y rodeado de sus oficiales. Nunca, ni siquiera cuando descansaba, soltaba su odio y su envidia. Todos los que lo rodeaban se contagiaban de sus sentimientos. Y yo me pregunto ¿A quiénes influyo? ¿Quiénes son los que me rodean? ¿Qué me escuchan decir? ¿Rodeo a alguien destructivo?

 En el capítulo 26 lo encontramos durmiendo con su lanza clavada junto a su cabeza. No hay descanso para el envidioso. Ni siquiera de noche, mientras duerme, puede olvidar su meta de destrucción.  Hermano, si tu lucha es con la envidia confiesa hoy tu pecado al Señor. 

📲 FRASE DEL DIA: Analiza cada frase que sale de tu boca y que quiere destruir. SUELTA HOY TU LANZA. Y recibe la bendición de un corazón agradecido, que se contenta en su Señor.

🖋️ Rocio Delgado