UNA MISION PERSONAL

🔊📖 Centro Cristiano y Misionero ETERNIDAD 

 🗓️ Miércoles, 13/11/2024

Serie: ENFOCADOS EN LA MAÑANA

 Hoy: UNA MISION PERSONAL

 📖 “Yo les he dado, como lo había prometido a Moisés, todo lugar que pise la planta de su pie.” Josué 1:3

El cap. 12 del libro, cuenta los reyes y reinos a los que se enfrentó en batalla el pueblo. La tierra estaba ocupada y ninguno quería irse pacíficamente. Todos eran enemigos y a todos se los debía enfrentar si querían quedarse con el lugar.
Josué entendió que no iba a disfrutar de la tierra, hasta no vencer a sus enemigos.

🤔 ¿Por qué se debe enfrentar a los enemigos? ¿No es más bíblico no luchar y acordar paz?  Es una enseñanza bíblica que podamos estar en paz con nuestros enemigos. Prov 16:7 dice: “Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aún a sus enemigos hace que estén en paz con él”. Pero estar en paz con los enemigos nada tiene que ver con hacer alianzas y renunciar a los principios enseñados por Dios para “alejarnos del problema”.

👆👉  Josué al final de sus días hizo un llamado a una decisión , si el pueblo iba a servir a Dios, o a los dioses de los egipcios o a los dioses de la tierra en la cual habitaban (Josué 24:15). La firmeza en sus palabras, revelan que en esa tierra no quedaban, ni otros reyes, ni dioses, no quedaba ningún enemigo.

 🪖 Pablo le recuerda a Timoteo que el cristiano es un “soldado” (2 Tim 2.4) que está preparado para dar pelea. Dar pelea no es sencillo, por eso Dios nos viste de pies a cabeza (Efesios 6).
Uno de los condimentos que tiene una receta al éxito, es la determinación para vencer al enemigo que se llama pecado. Este puede
ser silencioso o ruidoso, capital o venial… pero siempre será letal.
La pregunta no es: cuál es ese enemigo personal; sino, si estamos dispuestos a dar pelea.

 💥 Mucho me temo, que deseamos disfrutar de las bendiciones que nos ofrece la tierra de la “gracia de Dios”, sin querer quitar a los enemigos que ocupan el corazón.  No vamos a poder disfrutar de todo lo lindo que Dios tiene para nosotros si no nos libramos del enemigo.

 Javier Abdala