🔊📖 Centro Cristiano y Misionero ETERNIDAD
🗓️ Martes, 23/1/2024
Serie: BIENaventuraDOS
/07/ Los de limpio corazón
📖 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt. 5:8)
¿Sabías que podemos ver a Dios con nuestro corazón? Sí, pero con el corazón limpio. La limpieza de corazón cambia nuestra visión.
👓 El corazón limpio aclara la visión. Cuando el corazón es turbio no ves las cosas con claridad. El corazón limpio hace que el pescador de hombres se humille, que el profeta clame por sus labios, que el rey tome decisiones fuertes, que un soldado sea valiente. La mujer que buscaba la moneda la encontró cuando usó escoba y lámpara. ¡Cuantas cosas desaprovechadas hay en la vida de muchos porque no mantienen limpio sus corazones! Hay veces que miramos vidas de jóvenes talentosos que se encuentran inútiles para Dios, la moneda está allí pero no la encuentran porque tienen un corazón sucio.
🔭 El corazón limpio extiende la visión. Un muchacho bromeaba diciendo que su padre le había dejado como herencia “toda la tierra que se podía ver” y lo hacía no por generosidad sino por miopía, le había dejado una maceta. El ver a Dios es ver más allá. Es dejar la miopía espiritual. Todo lo que ves será tuyo le dijo el Señor a Abraham un siervo de corazón limpio. ¡Cuántos en vez de conquistar la tierra prometida del servicio llevan su macetita a todos lados! No dan pasos de fe, no se involucran en la misión, no sea que pierdan la maceta. Tienen la vista corta porque el corazón no es puro para con Dios.
💖 El corazón limpio entiende la visión. El apóstol Pablo entendió la visión del varón macedónico pidiendo ayuda (Hch. 16:9-10), y sus pies se movieron a un nuevo continente: Europa. Lo mismo ocurrió con Eliseo y la visión del ejército numeroso alrededor del monte, los ojos de su siervo se abrieron y los de los impíos fueron cegados (2ª R. 6:16-19). ¿Entiendes el por qué Dios te puso donde estás y vives la circunstancia que vives hoy? El de limpio corazón entenderá la visión.
💦 Limpiémonos de todo lo que oscurece el corazón y ensombrece nuestra visión espiritual. Vivamos en esta bienaventuranza. “Seguid la santidad, sin la cual ninguno verá al Señor” (He. 12:14).
(HAG)